¿Cómo se usa un Rastrillo?
Los rastrillos son una herramienta de jardinería que consta de un poste con clavos o dientes, que se fijan horizontalmente sobre el mango. Solían ser de madera o hierro, pero hoy en día es de acero o plástico. Este último material tiende a tener los dientes más largos y flexibles. En agricultura, se utiliza para recolectar hojas, heno y diversos restos vegetales. En jardinería, se utiliza para aflojar la tierra, nivelar o recoger hojas secas. A continuación te explicamos cómo usar un rastrillo.

Usar un Rastrillo paso a paso
El rastrillo es una herramienta completamente necesaria para que el jardín se vea bonito y cuidado. Al usarse a modo de escoba permite recoger los restos de hojas, ramas y flores a la vez que movemos la tierra para dejarla lo más plana posible.
Para usar un rastrillo correctamente, solo debes cogerlo por la parte superior del mango y usarlo de la misma forma que una escoba. Si quieres mover la tierra, deberás aplicar más fuerza y clavar un poco las púas para dividir la tierra compacta. Por otro lado, si solo quieres recoger los restos del suelo, no necesitarás usar demasiada fuerza.
¿Para qué se usa un rastrillo?
Su pequeño tamaño les permite moverse alrededor de las plantas sin molestarlas, y son perfectos para la limpieza de jardines de primavera cuando surge un nuevo crecimiento del suelo. También se pueden utilizar para eliminar pequeñas áreas de paja que no son aptas para rastrillos grandes o que causen daños en el césped.
El uso de un rastrillo puede hacer que la jardinería en espacios pequeños sea más fácil y más eficiente, y evitar daños a las plantas delicadas. Además, suelen usarse a modo de escoba para recoger hojas y elementos que caen de las plantas y árboles en suelos de exterior. Sin duda alguna, necesitas tener esta herramienta para llevar el correcto mantenimiento de tu jardín.